Por Mildred Largaespada
Tocada por las hadas de la abundancia en belleza, la nicaragüense Sheynnis Palacios fue coronada como Miss Universo, ayer, y la trascendencia histórica de su participación puso de acuerdo a todas las comunidades digitales que conversaron en las redes sociales provocando que el nombre del país «Nicaragua» se mencionara en tono amable y precioso después de cinco años de estar relacionado con hechos violentos debido a la represión de sus gobernantes.
La obtención del título internacional por parte de la caraceña empujó a las y los nicas a crear todo tipo de contenidos en todas las redes sociales: reels, tuits, estados en Facebook, stories en Instagram y en Tik Tok. En la figura de la más bella del universo las y los nicas proyectaron sus vivencias y anhelos.
Así, el fenómeno social que ha provocado Sheynnis Palacios hizo emerger un relato social y político que da cuenta de la actual identidad nacional y que tiene algunos rasgos válidos para mencionar: salir del anonimato, nuevos referentes del feminismo juvenil, alivio y esperanza, la valentía de destacar a pesar de la represión, el regalo de soñar un futuro mejor, ella es alguien «como nosotros», la fuerza del rotundo cuerpo femenino con rasgos étnicos.
Así lo expresaron:
Salir del anonimato, reconocimiento a nicas
Al ser un evento mundial y muy bien promocionado, algunos nicaragüenses que padecen el exilio comentaron que la corona de Sheynnis Palacios les ayudaría a salir del anonimato ciudadano en los países que les acogen.
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